Dra. Marcela Pérez Rodríguez, CICDE

Una de las grandes responsabilidades y compromisos que tienen las municipalidades y actores sociales de Costa Rica es la de crear políticas orientadas proteger y apoyar a las personas mayores de 65 años. Los gobiernos locales deben de articular políticas y programas de desarrollo social, cultural y económico que afectan a las personas que habitan en el territorio.

El 28 de enero del 2022, se publicó en la GACETA, la ley 10046, en la que se estipula la creación de la Oficina de la Persona Adulta Mayor y de Personas en Situación de Discapacidad en las Municipalidad. Esto quiere decir, que el personal de la municipalidad y las instituciones públicas y privadas, formales e informales que trabajan con esta población, deben de trabajar de forma coordinada y con acciones estratégicas, así como, crear los espacios socioeducativos para promover en las distintos distritos y comunidades, el cumplimiento de los derechos humanos de la persona mayor de 65 y más.

Por lo anterior, las políticas de los cuidados deben, también, rediseñarse y ajustarse de acuerdo con las realidades y necesidades específicas de cada territorio. Desde una perspectiva más amplia, se tendría que incorporar aspectos relacionados con la situación de esta población como por ejemplo, la situación de pobreza, ocupación, transporte, espacios viables y accesibles para recreación, centros de salud con servicios de especialistas en geriatría y cuidados paliativos, empleo, vivienda, atención y orientación a las personas cuidadoras, en especial, de edades avanzadas, monitoreo y seguimiento a los hogares diurnos y de larga estancia,  entre otros aspectos.

No solo se trata de uno o varios indicadores, para obtener recursos económicos, por lo contrario, es aprovechar, la descentralización para que cada municipalidad y sus distintos actores sociales y culturales humanicen y forjen el carácter social en el territorio. Trabajar para y con esta población es una oportunidad para promover principios relacionados con la solidaridad, el trabajo colaborativo e intergeneracional.

Costa Rica en el año 2050, según en el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, tendrá una población de 1 262 253 personas mayores de 65 años. ¿Estarán los líderes y lideresas locales formadas en esta temática? ¿Tendrá nuestro sistema de seguridad social la capacidad de atender con calidad esta población en el territorio? ¿Tendremos en ese momento hospitales geriátricos fuera del área metropolitana de alta calidad? ¿Tendremos políticas públicas de empleo, recreación, vivienda y salud para esta población? ¿Tendrán acceso a pensiones dignas y que cubra todas las necesidades de cuido? ¿El acceso al transporte público para esta población será efectivo y viable?

Este es el momento ideal para repensar y rediseñar en el espacio local las políticas y programas que nos permitan enfrentar los retos y desafíos apoyar a esta población desde sus voces, riesgos y realidades.