El Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE) fue creado por el Consejo Universitario de la UNED, mediante un acuerdo adoptado en la sesión extraordinaria 2037-2010, Art. III inciso 8) del 24 de mayo del 2010. Esta normativa define al CICDE como una unidad de investigación científica multidisciplinaria y transdisciplinaria, dedicada a la investigación en relación con las problemáticas de la cultura, las identidades, los procesos de organización ciudadana, proyectos de desarrollo y la globalización. Está adscrito a la Vicerrectoría de Investigación de la UNED.

El objetivo general del CICDE es el siguiente:

Desarrollar investigación científica orientada a la indagación sistemática y rigurosa sobre la cultura y los problemas del desarrollo, desde una perspectiva de construcción de alternativas democráticas, participativas, ecológicas y socialmente inclusivas; así como del reconocimiento de las intersubjetividades, la diversidad cultural y el respeto a los derechos humanos, todo lo cual se realizará desde propuestas epistemológicos críticas, donde colaboren y se integren diversos enfoques disciplinarios y distintas perspectivas teóricas.

El nacimiento de nuestro centro en mayo de 2010, bajo esta concepción así definida por el Consejo Universitario, fue posible gracias a la confluencia de varias iniciativas y propuestas que venían desarrollándose al interior de la Vicerrectoría de Investigación desde al menos un año antes. El interés compartido de esos diversos esfuerzos se centraba en la exploración científica sobre diversas problemáticas de gran vigencia y relevancia para la Costa Rica del siglo XXI. Sus perspectivas epistemológicas y su posicionamiento ético y político, asimismo establecía puentes para la colaboración: porque se optaba por una visión crítica y pluralista, que buscaba construir alternativas ante los modelos políticos y económicos hegemónicos y la ortodoxia dominante en el campo de las ciencias sociales conservadoras. 

El CICDE es, sobre todo, un esfuerzo de investigativo orientado a tratar de brindar luz sobre los procesos de cambio que viven las sociedades contemporáneas, principalmente, pero no de forma exclusiva, la costarricense. Ante mutaciones y rupturas sumamente complejas y de muy amplio alcance, que provocan gran perplejidad e incertidumbre, nuestro propósito ha sido tratar de aportar un conocimiento crítico y riguroso,  que se oriente según énfasis propositivos, de directa incidencia social, pero buscando en todo momento explicitar, con total honestidad y transparencia, nuestro posicionamiento ético y político.

Vale decir: no hacemos investigación para complacer nuestra ideología, nuestros prejuicios o nuestros valores. Todo lo contrario, más bien: se trata, primero que nada, de cuestionarnos a nosotras y nosotros mismos, y de desafiar nuestras propias visiones de mundo. Pero, al hacerlo, asumimos compromisos éticos y políticos muy claros: apostamos por una sociedad y una convivencia animada por los valores de la democracia, la igualdad y la justicia, el respeto a la naturaleza y el cultivo de la paz y los derechos humanos. Es imposible hacer ciencia social sin con ello incidir en la sociedad de la que somos parte, es decir, al investigar sobre nuestras realidades sociales, al mismo tiempo estamos modificándolas. Es algo intrínseco a nuestro trabajo. Y siendo eso así, nos esforzamos intentando lograr que esa incidencia sea positiva, a favor de la gente y de la dignidad de su vida, especialmente tratándose de aquellos sectores que, de una u otra manera, han sufrido históricamente menoscabo, posposición, marginación, discriminación u olvido.

Esto lo expresamos con toda honestidad. Ni pretendemos que nuestro trabajo científico sea neutro, ni creemos que ello sea siquiera posible. Pero si aspiramos al rigor y la excelencia, y por ello mismo somos muy críticos con las perspectivas ortodoxas y convencionales de las ciencias sociales. Creemos que a éstas les urge renovación y refrescamiento, crítica teórica y apertura a nuevas opciones metodológicas y nuevas perspectivas epistemológicas. Ese compromiso está también presente en todo nuestro trabajo.

A lo largo de los años hemos trabajado a la par de comunidades en todo el territorio nacional, organizaciones de mujeres, pueblos indígenas, campesinado, organizaciones productivas de diversa naturaleza, cooperativas y pequeño empresariado, organizaciones juveniles, ambientalistas, de la diversidad sexual, gente involucrada en el arte, y muy variadas organizaciones cívicas. Nos hemos vinculado asimismo a instituciones públicas, siempre con la mejor disposición para brindar nuestra colaboración. También hemos sido parte de redes académicas y científicas que vinculan universidades y otras instancias académicas, de pensamiento y generación de conocimiento, en Costa Rica e internacionalmente.

Es un bagaje que demuestra en los hechos que nuestro trabajo científico tiene una contraparte de diálogo, trabajo conjunto y colaboración con las realidades sociales a nuestro alrededor. Hemos procurado romper los límites del espacio académico, y ampliar nuestros horizontes, en un esfuerzo por brindar lo mejor de nuestro aporte, pero que, asimismo, nos ha permitido aprender de continuo y encontrar, y aprovechar, posibilidades muy enriquecedoras.

Nos satisface lo logrado, pero creemos nuestro deber es lograr mucho más, y mejorar todo lo que hacemos. Ese es nuestro compromiso para los años venideros.

Dr. Luis Paulino Vargas Solís
Ex director y fundador del CICDE
Septiembre de 2019
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