NOTA INTRODUCTORIA

Como parte del trabajo de coordinación sostenido con los programas de Horas Asistencia y Estudiante Becario/a que tiene la UNED, desde el proyecto Territorios Recuperados. Luchas, tierras y experiencias indígenas en Térraba, Cabagra y China Kichá, 2010 – 2023, se ha podido contar con un muy importante apoyo de al menos cinco estudiantes/as asistentes en el transcurso de esta investigación.

Con base en ello, y como virtud académica que el equipo de investigadores del CICDE a cargo de este proyecto, Juan Antonio Gutiérrez, César Moya y Pablo Sibar, hemos podido constatar con este grupo de estudiantes, es que consideramos justo y meritorio que tuvieran la posibilidad de visibilizarse más en los productos de la investigación. De esta forma, para este año 2024 se están concluyendo al menos dos artículos científicos indexados en que uno o una estudiante, compartirá coautoría académica.

Lo que se inicia como preámbulo, con la contribución que la joven Ashley Corrales, de 21 años de edad y estudiante de Manejo de Recursos Naturales de la UNED, aporta con la siguiente preocupación que en el marco del espacio del Blog del CICDE, reflexiona y suma desde su condición estudiantil en este entorno universitario.

Sin más, y con total agradecimiento a Ashley por aceptar la invitación a escribir, aquí sus valiosos y muy actuales reflexiones sobre el contexto actual de la educación. Gracias.

Juan Antonio Gutiérrez Slon

 

Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio. Este día nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestra salud mental y a tomar acciones concretas para prevenir el suicidio, que es una de las principales causas de muerte en todo el mundo. El suicidio es un problema complejo y multifactorial que puede afectar a personas de todas las edades y procedencias. La prevención requiere la colaboración de todas y todos, incluyendo la sociedad en general, profesionales de la salud, instituciones educativas, y las propias personas que están en riesgo. Este día es una oportunidad para aumentar la conciencia, promover la compasión y apoyo, y así recordar que es posible salvar vidas mediante el cuidado de nuestra salud mental y la de quienes nos rodean.

En el contexto del estudio a distancia, la atención a la salud mental se vuelve aún más crucial. La modalidad de estudio en línea, aunque provechosa, presenta desafíos que pueden afectar el bienestar emocional de las y los estudiantes. Es en este marco que comparto esta reflexión sobre cómo el estudio a distancia puede influir en la salud mental y qué estrategias podemos adoptar para protegerla

Durante los últimos años, el estudio a distancia, virtual o bimodal, ha ganado popularidad como una alternativa flexible y accesible en cuanto a la educación superior para una gran cantidad de estudiantes alrededor del mundo. Lo cual ha generado que dichos estudiantes/as hayan desarrollado modelos de estudio que les permitan adaptarse satisfactoriamente a dicha modalidad, ya que esta ofrece diversos beneficios como el ahorro de tiempo y dinero para desplazarse, permite equilibrar el tiempo de estudio con el tiempo para la familia o el trabajo, por lo que la educación a distancia facilita acceso a materiales y grabaciones de clases anteriores.

Sin embargo, aunque ofrece numerosos beneficios, también supone desafíos importantes para las y los estudiantes, especialmente en lo que respecta a la salud mental. Uno de los principales desafíos a los que cada estudiante se puede enfrentar es la falta de interacción social, ya que el estudio desde casa puede provocar el sentimiento de aislamiento de las y los estudiantes, debido a la pérdida de contacto diario con otros compañeros, compañeras, profesores y profesoras. Esto en conjunto con la necesidad de autodisciplina en un entorno sin supervisión directa, lo cual puede contribuir en muchos casos a sentimientos de soledad, procrastinación, acumulación de tareas, estrés, e incluso depresión.

Por lo cual es necesario como estudiantes, generar estrategias efectivas, tomando en cuenta la buena salud mental, organizando un horario con tiempos de comida, trabajo, descanso, familia y estudios, así mismo incluir actividades de ocio para reducir el estrés de la rutina. Otra estrategia, es la participación en grupos de estudio virtuales o en foros de discusión puede ayudar a mitigar la sensación de aislamiento.

También es importante reservar tiempo para la actividad física, ya que el ejercicio regular es conocido por sus beneficios en la reducción de la ansiedad y la mejora del estado de ánimo. Además, los amigos, amigas y la familia pueden ser una red de apoyo esencial, ofreciendo un oído comprensivo y consejos valiosos. Organizar el tiempo, mantenerse conectado con otros pares generacionales, y aprovechar los recursos disponibles, son estrategias claves para mantener el equilibrio emocional.

Por lo anterior es que a medida que el estudio a distancia continúa evolucionando, es importante que tanto las y los estudiantes como las instituciones educativas sigan prestando atención a la salud mental como un componente del éxito académico.

 

Ashley Corrales,

Estudiante de Manejo de Recursos Naturales

UNED