Dra. Rosibel Víquez Abarca. Directora del CICDE
Hoy, 24 de mayo del 2025, se cumplen 15 años de la creación del CICDE. Nació de la capacidad de tres personas que imaginaron un centro de investigación social que tomara la cultura y el desarrollo como ejes desde los cuales se pudieran abordar las diversas realidades.
Estas tres personas fueron don Luis Paulino Vargas Solís, quien construyó el entramado de las investigaciones desde la reflexión del fenómeno de la globalización; doña Xinia Zuñiga Muñoz, desde el intercambio de saberes con y desde los pueblos originarios; y don Jorge Hernández Cascante, desde la reciprocidad con organizaciones de base campesina.
La amalgama de estos tres componentes se constituyó en un núcleo robusto y fuerte que orienta la investigación social con enfoque crítico, el cual ha crecido de la mano de organizaciones sociales, territorios indígenas y grupos urbanos, ensayando nuevas formas de generar conocimiento y nuevas metodologías que rompen con las formas tradicionales de hacer y entender.
Hoy, quince años después, el CICDE es un grupo joven que aprovecha con orgullo sus cimientos y se proyecta seguro y generoso. La semilla germinal que le dio origen le dotó de raíces profundas, plenas de rigor metodológico y compromiso político, pero también le otorgó la inspiración para permitirse ser transgresor y contestatario.
De la mano de las contrapartes que le vieron nacer y consolidarse, trabaja mediante el uso de muchas técnicas como talleres, cartografías, entrevistas, encuestas, foros, conversatorios y registros fotográficos. La amplia y valiosa producción académica que hoy entrega está compuesta por libros, conferencias, pósteres, programas de radio como Rupturas y desencuentros y la revista Rupturas. Su producción le ha colocado en lugares importantes de reconocimiento.
Su inspiración para el futuro es continuar trabajando desde las posibilidades de la investigación social, acompañando a dar voz a quienes no la tienen y fortaleciendo sus vínculos multidisciplinarios en procura de consolidar su excelencia.
Imagen de Tanya García Fonseca
M.Sc.Eva Carazo Vargas
En el Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE) estamos cumpliendo 15 años, y decidimos dedicar el aniversario a pensar en las desigualdades: sus causas estructurales, el efecto que tienen sobre los tejidos sociales, las propuestas transformadoras que dan cuenta de otras posibilidades más justas y sustentables.
A mí el tema me recordó la imagen que ilustra este texto, y que básicamente dice que la igualdad implica asegurar a todas las personas las mismas condiciones y derechos, mientras que la equidad significa reconocer las diferentes características de cada quién y darle lo que necesita para disfrutar de los derechos en igualdad.
Porque la verdad es que tenemos puntos de partida diferentes: hay gente que apenas sobrevive en condiciones muy vulnerables mientras otra tiene una vida privilegiada, y esas diferencias no dependen solamente del esfuerzo y la iniciativa individual, sino que tienen que ver con determinadas formas de organización de la sociedad y de la economía. Porque en nuestra Costa Rica hoy no es igual ser mujer o ser hombre, ser o no migrante, ser mestiza o indígena o afrodescendiente, vivir en una ciudad o en el campo, tener o no un trabajo decente y un ingreso suficiente, ser una persona joven o una adulta mayor, heterosexual o sexualmente diversa, vivir o no con una discapacidad, tener o no asegurada una vivienda digna y una alimentación diaria…
Entonces, no es justo tratar como iguales a quienes son diferentes, deberíamos tratarles con equidad. Y, justamente, para poder tratar con equidad las diferencias hay que empezar por reconocerlas. Respetando en todos sus extremos las que implican diversidad, y atendiendo las que se convierten en desigualdades dolorosas e injustas.
Aquí les comparto algunos datos generales sobre esas desigualdades que deberíamos cambiar:
Los hogares en pobreza multidimensional viven privaciones en al menos cuatro de las siguientes dimensiones, o en cuatro indicadores de una misma dimensión: Educación: No asistencia a educación formal, rezago educativo, sin bachillerato, bajo desarrollo de capital humano. Vivienda e internet: Mal estado del techo, piso o paredes exteriores, hacinamiento, sin uso de internet. Salud: Sin seguro de salud, sin servicio de agua, sin eliminación de excretas o de basura. Trabajo: Desempleo de larga duración o personas desalentadas que dejan de buscar trabajo, incumplimiento de derechos laborales como el salario mínimo u otros, empleo independiente informal. Protección social: Primera infancia sin cuido, personas adultas mayores sin pensión, personas con discapacidad sin transferencias, gente que no trabaja por obligaciones familiares. |
Además de las desigualdades económicas y territoriales, tenemos que poner atención también a otras que igualmente significan límites al bienestar y reconocimiento pleno de derechos de las personas… Por características étnicas, culturales, por país de origen o condición migratoria, por identidad u orientación sexual, y sin duda desigualdades de género, porque todavía vivimos en una sociedad machista y heteropatriarcal que subestima el valor del trabajo, el tiempo, la energía y la vida de las mujeres.
Un rol importante del Estado Social de Derecho en nuestro país ha sido tratar de equilibrar la cancha, de distribuir los apoyos que aparecen en la imagen, buscando la equidad en un marco de legitimidad democrática. Sin embargo, todavía estamos lejos de superar las desigualdades que nos fracturan, y será difícil hacerlo mientras sigamos teniendo gobiernos autoritarios con políticas sociales cada vez más debilitadas y desfinanciadas, que están desconectadas de las políticas económicas y que tratan inútilmente de sanar las heridas que deja el proyecto histórico neoliberal.
Ojalá estas letras te dejen más preguntas que respuestas, y nos acompañes a pensarlas en las actividades por los 15 años del CICDE.
Referencias:
[1] https://datos.bancomundial.org/indicador/SI.POV.GINI?locations=CR
[2] https://admin.inec.cr/sites/default/files/2024-10/reenaho2024.pdf.pdf
[3] https://oig.cepal.org/sites/default/files/2023_ficha_costa_rica_final.pdf
[4] https://inec.cr/estadisticas-fuentes/encuestas/encuesta-nacional-hogares
[5] https://inec.cr/estadisticas-fuentes/censos/censo-agropecuario-2014
[6] https://sites.google.com/view/15-aniversario-cicde/15-aniversario?authuser=0
1Según la ENAHO, un hogar se considera pobre cuando su ingreso per cápita está por debajo de la línea de pobreza (LP) definida por los bienes y servicios básicos para sobrevivir, o se considera en pobreza extrema cuando el ingreso per cápita es inferior a la canasta básica alimentaria.
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